martes, 29 de noviembre de 2011

El consumidor-lemming


La libertad se ha vuelto bizca,
bizca de apaciguada;
sus manos cariciosas manicuran
un suicidio colectivo con desfiles de vanidad sin fondo.

Mami-psicología mima los crímenes del miedo,
y los idiotas se destripan por derecho
con un cristal opaco en el fondo de los ojos maquillados,
y un sueño en blanco de algodones que,
de alguna forma,
logra desangrar sus logros
desde la contemplación distante.

Manadas de expresiones planas,
miradas turbias,
palabras vagas,
vanidades de larva en la maraña
de imbéciles pudientes.

Míralos:
los gilipollas van camino del abismo con sus mapas al revés.

No los corrijas:
te arrancarán los ojos con una inquietante expresión
de tonto confundido entre los tontos,
que se siente fuerte,
como las moscas en su enjambre en torno al excremento.

Mejor haz como ellos,
obsérvalos caer,
cada vez un memo menos,
mientras las moscas zumban;
cada vez más solo,
mientras el mar sonríe a su marea ensimismada...


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