lunes, 30 de noviembre de 2015

Desde cerca




Nada suena tan cerca como lo que está cerca
si también se oye al mar,
por eso un susurro al oído es infinito en la playa...

Podrás lamentar cada naufragio
y cada tormenta como lo haces siempre:

atento al murmullo profundo del cielo,
con la nostalgia huérfana de lo imposible,
con dolor y lágrimas, sí,
pero de las que caen y resbalan entre los dedos,
y traen el centelleo del sol que surge
por un claro a tus espaldas;

y dedos, esos dedos, sí,
que ya cosen las velas rotas,
entre viento y sollozos,
sentado en esta misma playa aún mojada
de todos los siempres...

te secas la nariz con la muñeca
con ese sonido que, frente al mar,
está siempre más cerca que frente a ningún otro sitio...

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Una capa imposible







Salvo que la congeles, no conseguirás una pompa de jabón que dure para siempre- congelar es detener, matar de frío. Pero siempre puedes hacer más, y al hacerlo descubrirás mil formas y usos en el arte de lo efímero, tantas que ni recordarás qué es mirar hacia atrás. Se está aquí para hacer, no para congelar pompas de jabón. Sin embargo, cuando las pompas estallan, algunas almas sensibles de entre los creadores mueren con cada una de ellas, les conceden alma y contratan su corazón de membrana de detergente con unas monedas de apego, las suficientes para anclar un alma a su destino y ralentizar su ritmo, hasta dejar de hacer pompas: ellos mismos se congelan justo en el momento e instante en que en su memoria corvergen todas sus nostalgias de reflejos prismados de jabón, en un único punto de fuga. 

Me pregunto qué tipo de tejido de la vergüenza es capaz de tapar eso...


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viernes, 6 de noviembre de 2015

El gris de diez minutos




La actividad distrae de agonizar, por ello esperar es tan desalentador. Es un cara a cara al paso del tiempo. Te jodes. No hay más. El móvil no deja de ser tan inútil como un walkman, a ese respecto: se pone gris si el entorno es gris o si tu cabeza está gris. Con catorce años esperaba al autobús con mi cacharro: estaba hasta la polla de mis cintas, se habían puesto grises, no me decidía por ninguna, la radio era una mierda, etc. Ahora, que dispongo de toda la música del mundo, no sé qué poner en youtube, me quedo bloqueado y me limito a soltar proclamas en redes sociales. Es casi lo mismo. Internet es gris. Tarde o temprano la pantomima se delata sola y seguimos igual. Acabas esperando, viendo pasar a los gatos y pensando en el anonimato de una loseta de acera en una ciudad; es bueno que las losetas sean anónimas y solitarias: habla bien del entorno. Abren la tienda. Todos aniquilamos al mundo por tener diez minutos perdidos y quien lo niega, miente. Porque el tiempo solo y sin leche ni azúcar es insoportable...

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domingo, 1 de noviembre de 2015

Todo menos mi frío

El frío se instala entre la lluvia,
pero tiene color:
es del oscuro de esta habitación
en esta noche de aire helado,
y me espía desde las sombras
como un frío nuevo.

Lo sé porque se hace dueño de todo.

Este frío de color negro no sale de ningún sitio:
llena de densidad la atmósfera del cuarto
porque me sale oscuro y denso
de entre mis entrañas...

¿Qué extraña muerte me invade
que puedo contener todo este hielo
que me asusta y me congela?

Este frío es mío,
es mi recuerdo, mi creación, mi recompensa...

... llévate todo lo demás...

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Cartas que dicen lo mismo








Supongo que si tuviera tabaco no estaría aquí escribiendo. A veces las motivaciones son de lo más diverso: todo es mejor que tumbarse boca arriba a no sentir nada más que ansia. Al menos le daré salida, que es de lo que se trata, al ahogo que no se decide, al estrangulamiento aplazado. Escribir no tiene absolutamente nada que ver con la puta belleza, sino con señales de alarma y descompresiones para evitar la locura. Para no ahorcarse, vamos, o no descuartizar vecinos.

(...)


Eres sucio. Ese es tu papel. Representas una serie de prohibiciones que yo me saltaré en secreto ondeando de cara a los demás, a la vez, la bandera de la rectitud, la bandera que representa la vigencia de esas prohibiciones. Tú eres lo prohibido, lo abyecto; por haber llegado hasta aquí, por seguir. Yo soy la pureza y lo seguiré siendo. Toda la culpa es tuya, todo el motivo será tu voluntad. Eres una página en blanco en la que escribiré lo que desee, arrugaré cuando me venga bien, quemaré si es necesario para ocultarme de la constatación pública de mi hipocresía. No tienes derecho a nada, no puedes pedir nada, no puedes esperar nada. No tienes derecho a la dignidad. No tienes derecho al orgullo. Y mientras yo miento y engaño y emponzoño todo, proyectaré sobre ti mis debilidades, y pagarás tú por ellas. Te acusaré de manera intransigente de los delitos que yo me permito contigo desde mi posición de superioridad moral. Te utilizaré, te cuestionaré, te consideraré un mentiroso, un falso, un timador, un ladrón, un rufián. Y te seguiré exigiendo. Te humillaré, mentiré sobre ti cuando me resulte útil, construiré un castillo de naipes de mentiras que sé que tú no soplarás porque en el fondo eres mejor persona que yo...

(...)


- ¿Sois capaces de leer cartas nunca escritas por cobardes? ¿Y fumar? oh, hoy fumar es una verdadera utopía, ¿no hay medicina para mí? tengo que pasar por esto en carne viva... Me retorceré sobre el sofá y pasaré toda la noche trepidando, ¿acaso vivir no trata de eso? vivir es respirar fatalidad, como el humo...
- Vienes heavy hoy, toma un cigarro, tío...
- Gracias. Ansiedad, mon amour... ansiedad... La ansiedad es una forma de humo.
- No me digas mon amour, eso es mentira...
- Sólo los sentimentales se precupan por la verdad y la moral y la autenticidad de los polvos y todas esas mierdas. Lo único que cuenta en el amor no es ni el amor, ni la fidelidad, ni la lealtad. No, es lo injustificado, el absurdo que encierre; cuanto más, mejor. La falta de motivación es su fuerza. Eso es lo único que cuenta, que sea absurdo, sin sentido, imposible...
- Ya... Toma de esta marihuana, te vendrá bien.
- Gracias, creo que voy a proceder a tomarme mi medicina.

María estaba como siempre a mi lado en el sofá, en su postura habitual: piernas cruzadas, el cenicero entre nosotros. Su compañero de piso estaba sentado en el sillón.

- ¿A qué te refieres por cartas nunca escritas?- me preguntó al rato con cierto escepticismo desde su asiento. Sus compañeros de piso solían ser algo distantes conmigo, dado que a veces María y yo follábamos, y eso crea una extraña incomodidad entre los simios que aún se creeen algo que tenga que ver con todo este mundo de falsedades. Pollas. Coños. Todo es mentira, ni siquiera existen. Eyacular en alguien. Amarse por eso. Todo es absurdo. El big bang es el paroxismo del sinsentido, justo como el amor: un esfuerzo de dimensiones cósmicas dirigido hacia lo vácuo. De no ser por mi mirada somnolienta, nada de esto que me rodea existiría. ¿Existiría para los demás? yo no estaría, no sería, ni siquiera para concebir una insensatez semejante a la existencia mía o ajena.
- Leer actos; mentes, si quieres. Es todo lo mismo- le respondí.
- ¿Lo mismo que qué?
- Follar es lo mismo que colocar ladrillos, o tirar confeti por la ventanilla del coche. Matar palestinos en gaza es lo mismo que vender hamburguesas en california, todo está conectado por la nada, por los imbéciles que son agentes de la realidad. El flequillo de tu pelo tiene que ver con la guerra en Ucrania porque es lo mismo aunque no lo veas...
- Ahm... María, yo me voy ya, ciao


María se me quedó mirando con una mezcla de seriedad, gravedad y preocupación.


(...)


- ¿A quién te has estado follando este tiempo?- me dijo aún con la respiración entrecortada.
- Aunque te lo contara verazmente, todo sería mentira
- ¿Y esto que hemos hecho nosotros ahora? ¿Es mentira?
- No, es peor aún, ha sido un polvo real; la realidad es vulgar y aburrida. La mentira es tan oscura y traidora que enamora...
- ¿Ah, sí?
-  No, lo digo sólo para escucharme hablar.
- ¿Sabes? Soy una cobarde y quiero que escribas mi carta para ti.
- Sería la misma carta que todo el mundo.
- No te creo.
- Ni yo...


Al rato salí de su casa, desde la que divisaba una azotea familiar por la ventana de su dormitorio. Mismas caras, mismas almas en distintas formas. ¿Acaso no seremos todos la misma persona, una misma alma en circunstancias distintas? Eso haría imposible despreciarnos los unos a los otros como hacemos todos los días de nuestra vida...


Supongo que si tuviera tabaco no estaría aquí escribiendo, como ya dije ¿cómo puedo ser tan distinto a ella si somos lo mismo? Tal vez debería escribir mi propia carta de cobarde, como la que le adiviné a ella. Pero tíos, sería mucho más divertido verla intentarlo; si es que realmente hay alguien que entienda algo de lo que digo en este puto mundo frustrante y desalentador...








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Cuando la mentira especula, sólo se ve a sí misma







¿Cuál es la forma correcta a adoptar,
una silueta para estar en este espacio,
un volumen, una superficie hinchada?

¿De dónde emana la fuerte presunción de realidad
de las mentiras, que anula la verdad
a ojos de miras atrofiadas?

La mentira consigue el prestigio,
la verdad difamada el ostracismo,
porque la mentira es seducción
que sólo se ve a sí misma,
y la verdad no necesita de artificios...

Esa es la otra soledad:
invisible para esos ojos
que sólo pueden verse y reverse
el uno en el otro, bizcos,

... tu presencia se va haciendo un cero
en este mundo que es verdad,
frente a un equívoco
que viste de infinito la mentira
apetecible de los soberbios...

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